sábado, 27 de agosto de 2011

Descubren un diamante espacial casi cinco veces mayor que la Tierra




Astrónomos australianos encontraron cerca de un púlsar un objeto cósmico de una masa similar a la del planeta Júpiter, que, según su opinión, está formado por carbono cristalino superdenso, por lo que podría tratarse de una especie de diamante de tamaño planetario.

Los púlsares son estrellas de neutrones, los restos de las supernovas que han estallado, que emiten radiación periódica. Normalmente los púlsares rotan muy rápidamente y poco a poco disminuyen la velocidad de rotación, сreando la radiación con el consumo de esa energía. Pero en un sistema de dos estrellas un púlsar puede acelerarse de nuevo, al alimentarse de su astro vecino.

La composición del planeta, que es unas cinco veces más grande que la Tierra, no es su única curiosidad. La estrella en torno a la que gira es de un tipo especial conocido como pulsar de milisegundo, una estrella de neutrones que rota rápidamente y que se formó a partir de la explosión de una supernova. Este sistema binario está ubicado a 4.000 años luz de la Tierra en la constelación Serpens.

La manera en que se formó este planeta-diamante es bastante especial. La estrella de neutrones, que tienen una masa 1,5 veces mayor a la de nuestro sol, pero con apenas 20 kilómetros de diámetro, es parte de las cosas más densas que se conocen. Las estrellas de neutrones sólo se pueden detectar por sus emisiones de radio, que cada cierto tiempo llegan a la Tierra.

La estrella de neutrones descubierta en este sistema, llamada PSR J1719-1438, es un pulsar que rota 173 veces por segundo. Así, por ejemplo, mientras la Tierra gira una vez en 24 horas, en ese mismo plazo esta estrella giró 15.000 millones de veces.

En teoría, las estrellas de neutrones se aceleran a través de los años robándole masa a su compañero, que usualmente es una estrella en proceso de morir llamada “enana blanca“. Hasta ahora se han documentado unos 200 ejemplos de este fenómeno en el mundo.

Las estrellas de neutrones sirven también como relojes, de modo que el periodo orbital del compañero (el tiempo en que se demora en dar una vuelta) puede ser determinado de manera muy precisa. Esto se hace midiendo el tiempo que se demora en llegar un pulso de radio desde la estrella. En el caso de PSR J1719-1438, los investigadores descubrieron que el compañero diamante se demora 2 horas y 10 minutos en dar una vuelta. Normalmente en los otros casos los compañeros se demoran alrededor de 1 hora en dar la vuelta, lo que significa que el planeta-diamante se alejó y es más lento de lo común.

El tamaño del planeta-diamante es parecido al de Júpiter, aunque tiene una densidad 10 veces mayor que la del quinto planeta del sistema solar. Tal densidad requiere que haya algo inusual en su historia. Una posibilidad es que este planeta haya derivado de una enana blanca, que empezó a ser absorbida por la estrella. Sin embargo, el núcleo no se fusionó completamente con su compañera y se mantuvo a una distancia segura. Ahora, luego de haber perdido un 99,9% de su masa original, y ya sin las reacciones de fusión que realizan las estrellas, el núcleo muerto fue clasificado como un planeta.

Pese a que se redujo mucho de tamaño, este planeta-diamante tiene un diámetro de 60.000 kilómetros y es unas 3.000 veces más grande que el pulsar – y definitivamente el diamante más grande que se conozca en el universo.

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