El telescopio espacial Herschel de la ESA ha
descubierto una capa fría en la atmósfera de Alfa Centauri A, una característica
de nuestro Sol detectada por primera vez en otra estrella. Este descubrimiento
no sólo es importante para comprender la actividad del Sol, también podría
contribuir a la búsqueda de sistemas protoplanetarios en el entorno de otras
estrellas.
Las vecinas más cercanas a nuestro Sol son las tres estrellas del sistema Alfa Centauri. La ténue enana roja Próxima Centauri es la más cercana, a tan sólo 4.24 años luz. El sistema binario Alfa Centauri AB se encuentra un poco más lejos, a 4.37 años luz.
Alfa Centauri B apareció hace poco en las noticias, cuando se descubrió un planeta de masa similar a la de la Tierra en su entorno. Pero Alfa Centauri A también recibe la atención de los astrónomos: es prácticamente idéntica a nuestro Sol en términos de masa, temperatura, composición química y edad, lo que la convierte en un laboratorio natural idóneo para comparar las características de las dos estrellas.
Las vecinas más cercanas a nuestro Sol son las tres estrellas del sistema Alfa Centauri. La ténue enana roja Próxima Centauri es la más cercana, a tan sólo 4.24 años luz. El sistema binario Alfa Centauri AB se encuentra un poco más lejos, a 4.37 años luz.
Alfa Centauri B apareció hace poco en las noticias, cuando se descubrió un planeta de masa similar a la de la Tierra en su entorno. Pero Alfa Centauri A también recibe la atención de los astrónomos: es prácticamente idéntica a nuestro Sol en términos de masa, temperatura, composición química y edad, lo que la convierte en un laboratorio natural idóneo para comparar las características de las dos estrellas.
Una de las mayores singularidades de la ciencia solar es que la ténue atmósfera exterior del Sol – la corona – se encuentra a millones de grados centígrados, mientras que la superficie visible del astro está a ‘tan sólo’ 6.000°C. Incluso más extraño resulta el hecho de que la temperatura alcance un mínimo de unos 4.000°C entre las dos capas, a unos pocos cientos de kilómetros sobre la superficie visible del sol, en la región de su atmósfera conocida como la cromosfera.
Estas dos capas se pueden observar durante un eclipse total de Sol, cuando la Luna oculta brevemente el brillo de la estrella: la cromosfera es un anillo rojizo que rodea al disco solar, y la corona se presenta como fantasmagóricos penachos blancos que se adentran millones de kilómetros en el espacio.
El perfil de temperaturas de la atmósfera solar ha sido un enigma durante muchos años. Se piensa que podría estar relacionado con la torsión y reconexión de las líneas de campo magnético, que propagan su energía a través de la atmósfera solar y en el espacio – a veces en dirección a la Tierra – en forma de tormentas solares.
Ahora, al observar Alfa Centauri A en la banda del infrarrojo lejano con Herschel y comparar los resultados con los modelos matemáticos que describen las atmósferas estelares, los científicos han descubierto por primera vez una capa fría similar a la de nuestro Sol en la atmósfera de otra estrella.
“Hasta ahora, el estudio de estas estructuras se había limitado a nuestro Sol, pero podemos ver claramente las huellas de una capa similar en Alfa Centauri A”, explica René Liseau del Observatorio Espacial de Onsala, Suecia, autor principal del artículo que presenta este descubrimiento.
“La observación de estos fenómenos en otras estrellas nos podría ayudar a descifrar el origen de estas capas y resolver el puzle del calentamiento atmosférico”.
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