lunes, 22 de agosto de 2011

Un viaje por el universo molecular



Cuando los telescopios observan el universo no solo detectan estrellas, planetas, nebulosas y galaxias, también moléculas como el agua, el metanol o el benceno. La astroquímica está experimentando una verdadera revolución gracias a los datos que aportan los nuevos instrumentos, como el Herschel, y sus últimos avances se han presentado este año en España. El objetivo es conocer cómo se forma la materia en las grandes nubes moleculares del universo.
El observatorio espacial Herschel acaba de detectar oxígeno molecular (O2) en Orión, y científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias fullerenos C60 y C70 (moléculas con forma de balón formadas por 60 o 70 átomos de carbono) en nebulosas planetarias de la Gran Nube de Magallanes. Incluso podrían haber encontrado grafeno (C24), el fino y resistente material de moda. Por su parte, el Observatorio Europeo Austral comunicó hace unas semanas la presencia de agua oxigenada (H2O2) cerca de la estrella Rho Ophiuchi, a unos 400 años luz.
Son las últimas incorporaciones a una lista de más de 150 especies moleculares detectadas hasta ahora en el espacio. La más abundante con diferencia es la de hidrógeno (H2) pero ya se ha confirmado la presencia de muchas más: agua (H2O), monóxido de carbono (CO), metano (CH4), cianuros (-CN), sulfuros (-S), benceno (H6C6)… y algunas tan complejas como el dimetiléter (CH3OCH3) o el metanol (CH3OH). Y lo más curioso es que estas moléculas son las mismas en la Tierra que en los confines del universo.
La técnica que utilizan los astroquímicos para analizarlas es la espectroscopia. “Cada molécula tiene una firma o señal de frecuencia característica, y lo que hacemos es sincronizar los instrumentos a las frecuencias en las que emiten para poder decir cuales estemos observando”, explica José Cernicharo, investigador del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC).

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