jueves, 25 de agosto de 2011

GPS intergalácticos, los Púlsares.




Cual navegante surcando los mares provistos de una brujula o algun faro cercano, un viaje cósmico por el océano intergaláctico nos sugiere proveernos de algún medio de ubicación. Para ello, desde hace algún tiempo, se viene proponiendo utilizar las señales emitidas por los pulsares, como si fuesen un gigantesco sistema GPS, capaz de situar cualquier objeto dentro de la galaxia con una presición de un metro.

Pero ¿Que es un pulsar?, quizas diriamos que son brotes, nacidos de la explosión de supernovas y después conocidas como estrellas de neutrones en rotación, bueno, quiero acotar que el proceso de su formación comienza cuando una supernova explota, su remanente se comprime creando este tipo de estrella, de una masa tan densa, que una cucharadita de su masa pesaría mil millones de toneladas, y la gravedad es tan fuerte que si una persona se posara sobre una de estas y si su peso es de 70 kls, en esa estrella, su peso seria del orden de mil millones de toneladas.
Además, emiten ráfagas de radiación electromagnética a intervalos regulares que están relacionados con su período de rotación. Estas estrellas pueden girar sobre sí mismas incluso varios cientos de veces por segundo, y los puntos sobre su superficie se mueven a velocidades de hasta 70.000 km/segundo. El efecto combinado de la tremenda densidad de las estrellas de neutrones y su intenso campo magnético hace que cuando se acercan partículas del exterior sean aceleradas a velocidades extremas, creando chorros de radiación -ondas de radio, rayos X o rayos gamma- muy intensos.
Por algún motivo que los astrofísicos aún no logran revelar, los polos magnéticos de muchas estrellas de neutrones no coinciden con su eje de giro. Como resultado de esto, los chorros de radiación de los polos magnéticos no apuntan siempre en la misma dirección, sino que giran con la estrella. Un observador lejano puede “ver” ráfagas de rayos X que duran un instante cada vez que el polo magnético de la estrella apunta hacia su posición. Debido al giro de la estrella, el observador en realidad percibe pulsos de radiación con un período muy exacto, repetidos una y otra vez, como si se tratase de un faro potente y extremadamente veloz.

Recientemente, se ha desarrollado una teoría que permitiría utilizar las características naturales de los pulsares para montar una especie de GPS interestelar PPS, destinado a servir de guía durante los viajes espaciales. Concretamente, proponen utilizar las señales de radio provenientes de cuatro pulsares como base para una serie de cálculos matemáticos que, gracias a la magia de la Teoría de la Relatividad, permitirían obtener nuestra posición dentro de la galaxia con un margen de error de un metro. El PPS funcionará como el GPS, pero en lugar de emplear un sistema de satélites para enviar regularmente señales de radio para que sean trianguladas por un receptor, utilizará pulsares. Como ocurre con los satélites GPS, la localización de los pulsares es bien conocida y emiten pulsos a intervalos muy regulares y previsibles, con duraciones que se miden en milisegundos.

Se ha propuesto como “punto cero” del PPS el 1 de enero de 2001, una vez determinado este origen de coordenadas, cualquier nave espacial podría calcular su posición en el espacio y en el tiempo con una exactitud de alrededor de un metro.

Si la teoría del PPS permite la construcción de un dispositivo real, las sondas espaciales podrían planificar sobre la marcha correcciones sobre las rutas originalmente trazadas. Y cuando por fin estemos en condiciones de hacer viajes interestelares, contaremos un sistema de navegación seguro para encontrar nuestro destino.

Aunque ya el año pasado se realizó un primer intento, aun nos hace falta mas tiempo para relativizar las cordenadas. De seguro mas adelante tendremos buenas noticias.

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