viernes, 18 de noviembre de 2011

El Universo de Gödel.-



¿Quién era esta persona a la que Einstein tenía en tanta estima? Pues únicamente el lógico más brillante desde Aristóteles, muy posiblemente la mente más preclara del siglo XX, y sin ningún género de dudas una de las personas que cambió nuestra concepción de la realidad. Mucho más joven que Einstein, Kurt Gödel era de los pocos a los que el gran maestro de Ulm consideraba entre sus iguales, y ciertamente se encontraba entre los muy pocos con el empaque intelectual para permitirse darle la réplica en sus legendarias conversaciones sobre física y matemáticas. Gödel compartía con Einstein su genialidad y su oposición a las líneas de pensamiento dominantes en la época. Al igual que la Teoría de la Relatividad demolió la idea de un espacio y un tiempo independientes, absolutos, e inmutables, sus Teoremas de Incompletitud cambiaron el rumbo de la filosofía y las matemáticas, demostrando la inherente inaprehensibilidad del concepto de verdad matemática absoluta y completa. Y al igual que Einstein se alejó de la mayoría de comunidad física al oponerse a la teoría cuántica como modelo final del Cosmos, Gödel hizo lo propio al aferrarse a sus ideas platónicas sobre las matemáticas.

La vida de Gödel nunca fue simple, empezando por la relación afectiva con la que se convertiría en su mujer (que contó con la oposición de la familia de Gödel), continuando por la anexión de Austria por la Alemania Nazi (que motivaría finalmente su huida cuando estallo la Segunda Guerra Mundial), y terminando con el deterioro de su salud mental en sus últimos años en los EE.UU. De esta última época se cuentan historias acerca de sus temores paranoicos (que finalmente acabarían por causarle la muerte por inanición), pero prefiero quedarme con la genial anécdota de su nacionalización estadounidense.

Siendo alguien que se tomaba las cosas realmente en serio, aunque se pudiera tratar de meras formalidades, decidió estudiar en detalle la Constitución de los EE.UU. para su examen de nacionalización. El día antes del mismo llamó a Oskar Morgenstern -brillante matemático de origen alemán, padre de la Teoría de Juegos- muy nervioso; había descubierto una inconsistencia lógica en la Constitución por la que se podía instaurar una dictadura en los EE.UU. Morgenstern intentó calmarle, temeroso de las consecuencias que un comentario sobre eso podría tener sobre sus posibilidades de nacionalizarse. Al día siguiente el propio Morgenstern y Einstein acompañaron a Gödel, intentando distraerle para que olvidara el asunto. El juez Philip Forman, impresionado por el dúo de genios que hacían de padrinos les permitió quedarse durante el examen. En el desarrollo del mismo le pregunto a Gödel “Vd. tenía la nacionalidad alemana hasta ahora, ¿no?” -”Austriaca” le corrigió Gödel; “Es igual” -prosiguió el juez- “aquello fue durante una horrible dictadura, pero afortunadamente eso no puede pasar aquí“; “¡De ninguna manera, yo puedo demostrarle que sí!” afirmó Gödel, que comenzó a explicarle el mecanismo que había descubierto. Afortunadamente, el juez Forman le interrumpió y entre Einstein y Morgenstern consiguieron calmar a Gödel, que poco más tarde juraría su nueva nacionalidad. Es aún un misterio qué fue lo que Gödel había descubierto. Algunos expertos apuntan que podría tratarse del Artículo V que describe cómo se cambia la Constitución, pero no pone límites en dichos cambios, aunque es difícil creer que fuera algo tan relativamente simple lo que hubiera llamado la atención de Gödel.

La fascinación de Gödel por el pensamiento puro le llevó a analizar lo que el consideraba la cuestión filosófica por excelencia: el tiempo. Su conclusión fue, como casi todo en él, extrema pero sólida en sus términos. Para Gödel el tiempo -tal como intuitivamente se entendía, con su noción de pasado y futuro- no existía. Esta idea general la plasmó en una solución a las ecuaciones de campo de Einstein que no daba lugar a un universo estático (como Einstein erróneamente postulaba inicialmente), ni a un universo en expansión (como Lemaître descubrió, de manera consistente con la observación), sino a un universo en rotación en el que era posible viajar al pasado, lo que elimina la propia noción de pasado y futuro. Y si había un universo en el que esto era así (aunque no fuera el nuestro), el papel del tiempo se derruía, ya que dejaba de ser necesario en términos absolutos, y para Gödel lo que no era necesario, no era.



Uno de sus trabajos más reconocidos es el de los teoremas de la incompletud, en los que explica que las matemáticas en sí mismas son incompletas. Afirma que los sistemas de un sistema lógico no son completos para decidir si se pueden usar como verdad o falsedad para la demostración de un suceso.

Por ejemplo, si se formula la frase ‘todos los cretenses son mentirosos’, esbozada por un cretense, esta proposición lógica será falsa porque el cretense que lo dice es un mentiroso y en ese caso la enunciación no es cierta y por lo tanto los cretenses no son mentirosos. Un verdadero lío.

Gödel introdujo en 1949 lo que denominó ‘Curva cerrada de tipo tiempo’ que alude a la línea de universo de una partícula material que está cerrada en el espacio-tiempo, es decir, que es susceptible de regresar al mismo estado del que partió en el tiempo.

Esta posibilidad se ve refrendada por la teoría de la relatividad, en la que se afirma que las posibles localizaciones del objeto en el futuro se hallan limitadas por la velocidad a que dicho objeto es capaz de moverse, y que, nunca puede superar la velocidad de la luz.

Después de esta verborrea más o menos comprensible, podemos concluir que sería posible viajar en el tiempo e incluso viajar al futuro y acabar en el pasado (si finalmente la teoría de Gödel es demostrable), pero esto nos introduce en una gran paradoja que se supone una constante en la física: ‘un efecto nunca puede predecir a la causa que lo originó’.

Esta paradoja del viaje en el tiempo, o paradoja del abuelo, fue expresada por primera vez por el escritor francés René Barjavel y enuncia:

Kurt Gödel murió en 1978. Fue uno de esos genios irrepetibles cuya inteligencia desbordante alumbra el Universo, y que no aparecen todos los siglos. Gödel dejó de estar entre nosotros, pero como Palle Yourgrau sentenció, “en un sentido profundo, todos vivimos en el Universo de Gödel”

3 comentarios:

  1. También aquí hay que felicitar al autor del Blog, el personaje lo merece y, es poco aireado su talento como aquí se ha hecho con justicia.

    Felicidades por el lugar que, cada día es más sugestivo.

    Un abrazo de tu amigo emilio silvera

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  2. Gracias Amigo Emilio, la verdad es que quise hacer un poco de justicia, es un personaje quizas poco conocido para muchos, pero que claramente hay que destacar.

    Saludos.

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  3. Saludos!!!
    Creo que pude resolver desde Las Inversiones Geométricas al Estilo Deterninantes-Matriz Inversa de de Montante y Gauss, asi como la dominio de la Frecuencia de Lapalce, junto con el Diagrama de Tiempo de el Dr. César Elizondo Gonzalez la Cuervatura de Gödel desde el Observador.
    http://nuevapiedraroseta.blogspot.mx/2011/01/graficas-de-la-evolucion-fractal.html
    Un abrazo!!!
    Jose Antonio de Monterrey.

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