miércoles, 12 de octubre de 2011

Nebulosa planetaria; Una muerte anunciada, pero hermosa.



En unos seis mil millones de años más, nuestra estrella soberana, el Sol, habrá de agotar todo su combustible nuclear y sucumbirá a las fuerzas que la generaron, luego explotará como una gigante roja y por fin, al convertirse en una enana blanca, expulsará gran parte de su masa en forma de una nebulosa planetaria, este gas será impulsado por el superviento del que absorbe su radiación ultravioleta y provocará unas hermosas figuras nubosas de colores y hermosas formas y morirá, pero esta muerte quizás sea la mas hermosa a nivel estelar,
Aunque no estaremos allí para presenciarlo, sí la podemos concluir observando y estudiando el ocaso de aquellas estrellas que llevan el sello final de nuestro astro.

¿Pero que son realmente estas verdaderas maravillas cósmicas?

Lo cierto es que una nebula planetaria es como una envoltura estelar muy brillante que se expande y se extiende, compuesta mayoritariamente de plasma y gas ionizado, el cual es expulsado durante la fase de asintótica gigante a la que llegan las estrellas gigantes rojas en los momentos finales de su vida, estas capas como envolturas, se van abriendo en el espacio hasta formar verdaderos anillos o a veces unas hermosas burbujas., en su interior se puede apreciar la enana blanca en formación.

De su nombre, digamos que fue hace aproximadamente 200 años, que William Herschel bautizó a estas nubes, como nebulosas planetarias, pues las veía tan redondas como los planetas; cosa curiosa, al observarlas podemos ver aun ese remanente en su centro, aquella estrella agonizante que las formó y que hoy se plasman de múltiples colores y formas, entregándoles una belleza única, dignas de ser consideradas musas estelares y que hoy forman una pieza fundamental del arte-astronómico.

Pero su importancia claramente sobrepasa a su belleza, pues desarrollan un papel fundamental en la evolución química de las galaxias; recordemos que en el universo primogénito solo existía hidrogeno y helio, luego con el paso del tiempo, las estrellas fueron creando en su núcleo elementos mas pesados a través de la fusión nuclear, estas nebulosas, luego de su ocaso, devuelven al medio interestelar todos los metales pesados y otros elementos de la nucleosintesis que se formaron en su interior como el carbono, oxígeno, nitrógeno y calcio, enriqueciendo de este modo, el medio interestelar.

Hoy conocemos cerca de 3.000 de estos objetos en nuestra propia galaxia, pero hemos logrado visualizar muchas de ellas en otras, las cuales nos han aportado antecedentes fundamentales de la química de aquellas galaxias, Su número es bastante pequeño si lo comparamos con la cantidad de estrellas que existen, su proporción es casi una por cada 60 millones de estrellas, quizás esto debido a la corta vida que tienen.

Aunque comenzamos hablando del hermoso ocaso de algunas estrellas, tenemos que decir que paradójicamente la vida de estas nebulas finaliza cuando la nube de gas se recombina, volviéndose invisible, en su interior la enana blanca, se irá enfriando y apagando muy lentamente, pasando de un color azul a un color rojizo, llegando incluso al momento en el que su temperatura será igual al de la radiación del fondo cósmico y se convertirá en una hipotética estructura llamada enana negra y allí permanecerá confinada a vagar por siempre en el espacio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario